POR ESO

Respondía Clean Eastwood en una película al ser preguntado acerca del defecto de cierto tercero, que era, como el de todos, la vanidad. Cierto es que sin miedo a mucho errar, parece ser tan abundante como común, mundano o con champán, importa más que el poder, el dinero, o cualquier otra virtud, de esas de cosecha propia. Incluso cuando, mas suerte que Dios y justicia mediante, se nos otorga la lotería de alguien que, sin merecernoslo, nos quiere, y en vez de sentirse uno agraciado, a lo menos sorprendido, nos sentimos orgullosos: hinchamos al viento la camisa y proclamamos que es el pecho quien la llena: orgullo de espantapájaros. Medir la felicidad por la talla del orgullo, confundir lo que se ve con lo que se quiere ver; emborracharse con agua y perder, ebrio el sentido.

Por eso se cree en los ojos, oídos, vista, olfato, tacto... porque el orgullo ciego vuelve los ojos sectarios y miopes, por eso preferimos creer a pensar, preferimos la falacia de nuestras respuestas insuficientes a dudas perennes, que podria haber dicho Voltaire. Por eso otorgamos presuncion de inocencia a nuestra propia estupidez.

Por eso convierte al que consigue la ilusión de su vida en galgo sin conejo. Por eso dicen que un mago nunca revela sus trucos -un verdadero mago revelaría los trucos: el resto, eso es lo que es magia. Por eso nos engañamos, por orgullo de ser nosotros, y no otros los que nos entrampen.

Por eso, con menos dignidad que las polillas, buscamos la luz para brillar mas que para ver, parafraseando a Nietzsche; por eso si llegásemos a chuparnos la polla, antes nos chuparíamos el culo. Por eso.
Por eso se que soy único, como tantos otros; por eso no creo, tampoco en mi ignorancia; por eso de las dudas tambien dudo. Por eso, de todas mis virtudes, solo la ignorancia podria ser ilimitada .

Por eso y por muchos otras cosas, pero principalmente por eso.